Ser Amigo del Hospital es formar parte de una red de esperanza que transforma vidas en Cuzco. Con tu ayuda mensual, apoyas atención médica digna para pacientes de comunidades rurales, y recibes el agradecimiento profundo de quienes más lo necesitan.
Cada aporte es una bendición compartida, un acto de amor que trasciende fronteras.
Y lo más hermoso: los pacientes y misioneras rezan por ti cada día, agradeciendo tu generosidad y compromiso.
