
El Padre Molina nos enseñó a amar a cada persona como imagen de Dios, brindando esperanza y apoyo a quienes más lo necesitan: niños, enfermos, ancianos y los más vulnerables.
Siguiendo su ejemplo, en el Hospital Hna. Josefina Serrano de Cuzco cuidan, no solo de la recuperación física, sino también del bienestar afectivo, psicológico y espiritual de los pacientes.
Estos días celebraron el cumpleaños de Royer. Una deliciosa tarta y el cariño del equipo llenaron su día de alegría y amor.
¡Porque cada sonrisa es un reflejo de nuestro compromiso!