El Hospital “Hermana Josefina Serrano” es un rayo de esperanza para muchos. Ubicado en el corazón de la Ciudad de Cuzco, sirve como salvavidas para los campesinos de bajos ingresos que, de otro modo, carecerían de acceso a servicios de salud esenciales.
A pesar de la escasez de recursos y la necesidad apremiante de equipos médicos, el personal del hospital trabaja incansablemente, con los rostros grabados en determinación y compasión. Tratan a cada paciente con dignidad y respeto, entendiendo que todos somos más que un número o un nombre en un gráfico.
La mayoría de los pacientes son campesinos humildes, con manos endurecidas por años de trabajo duro en el campo. Vienen de lugares donde el médico más cercano está a kilómetros de distancia y el concepto de controles médicos regulares es un lujo que no pueden permitirse. Sin embargo, dentro de los muros del Hospital “Hermana Josefina Serrano”, encuentran un lugar donde se prioriza su salud y bienestar.
El hospital es un testimonio del espíritu indomable de la Hermana Josefina Serrano y del P. Rodrigo Molina, cuya visión y dedicación han hecho posible que los menos afortunados tengan acceso a una atención médica de calidad. Se erige como un símbolo de esperanza y resiliencia, un lugar donde se valora cada vida y cada individuo es tratado con la empatía y el respeto que merece. Es un lugar donde, a pesar de las dificultades, siempre hay un motivo para sonreír, porque, como dijo una vez sor Josefina Serrano, “estamos felices, y mucho, dentro del corazón, porque estamos llenas de Dios, que es una fuente de alegría”.